domingo, 6 de julio de 2014

Memoria real.

No deshereda el olvido a la memoria, con terca obstinación perdura en los rincones mas recónditos, al acecho, como implacable fiera furtiva para saltar sobre su presa y recordarle con toda crueldad de detalles lo que fue y seguramente nunca mas será.

Si no es por que con el simple acto de ser observada conscientemente, creamos un factor clave en la formación de una nueva realidad que le vuelve a dar vida.
Llevamos a su máxima expresión al exploración urbana, creando nuevas realidades con la mera observación de algo que por tiempos permaneció en la no realidad, en el espacio vacío de las memorias, en la negación del ser.