jueves, 23 de octubre de 2014

Ut videamus et credamus (ver para creer)

Dicen algunos de los evangelistas que Jesús tenia cuatro hermanos: Santiago, José, Judas y Simón. También se la atribuyen algunas hermanas, aunque estas no son mencionadas por su nombre(cosas de hombres). En los evangelios de Marcos se cita que mientras Jesús predicaba en en la sinagoga de Nazaret, la muchedumbre asombrada, por ser un antiguo convecino se preguntan:«¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas?»

Judas fue nombrado también como "Tomás llamado el Didimo", Didimo en griego significa gemelo y Tau'ma en arameno, también significa gemelo. Por tanto es una tautología que elude mencionar el nombre real del personaje. Podría ser Tomás un hermano gemelo de Jesús

Este monasterio que os mostramos ahora, esta dedicado a Tomás, el hermano de Jesús.

Se tienen noticias de el desde principios del año 1000, aunque no hacen referencia a ninguna congregación organizada.

Financiada la iglesia por una familia acaudalada de la zona, que llego a construir dentro de sus muros el panteón familiar, mantuvo el protectorado hasta el siglo XV cuando esta familia entro en declive económico y las construcciones entraron en profunda decadencia y amenazaban peligro de derrumbe.

Fue entonces convertido en convento Franciscano por decisión del obispo de la diócesis a la que pertenecía, e iniciada una profunda reforma de los edificios. El claustro románico, fue sustituido por el actual, y la iglesia modificada, aunque conserva algunos elementos de su estructura primitiva.

A primeros de 1900 fue adquirida por los padres Camilos, que lo conservan hasta 1970. Fue entonces adquirido por una asociación de padres y familias, para dedicar sus instalaciones al cuidado de niños y personas disminuidas. En la actualidad y tras realizar algunos estudios arqueológicos, y un proyecto detallado de sus estructuras, han sido iniciadas las obras de rehabilitación del conjunto de edificios.

Aunque a Tomás se le anuncia la resurrección de Jesús, se niega a admitirla " Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos y meto mi mano en su costado, no creeré" Ocho días después, Tomás toca con sus propias manos las heridas de Jesús en las manos y en su costado. Jesús le recrimina haber necesitado ver para creer.











































La fotografía anterior es una virgen hecha a base de sellos con la cara de este señor de ingratos recuerdos.